A corto plazo, puedes tener resultados positivos habiendo decidido mal o resultados negativos habiendo decidido bien. Pero a largo plazo, si decides bien acabarás obteniendo los resultados pretendidos.
Cuando tomas una decisión cuesta cambiarla, aunque existan razones de peso para hacerlo.
Tomar decisiones es una necesidad, una obligación y una responsabilidad.
Tenemos que prestar atención a tres cosas:
- ¿Se va a solucionar con esa decisión el problema que tenemos?
- ¿Qué impacto tiene esta decisión en las personas a las que afecta?
- ¿Qué impacto tiene esta decisión en mi?
No podemos juzgar la calidad de una decisión por los resultados, sino por el proceso que se ha seguido para tomar la decisión.
Bibliografía:
- Iceberg a la vista. Principios para tomar decisiones sin hundirse. Miguel Á. Ariño. Pablo Maella. Empresa Activa.
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